26 mayo 2010

Lanzarote 2010. Crónica de un Hombre de Hierro.

Por Juan Ramón Clement. Dorsal 1139.

Hola a todos, muchas gracias por las muestras de apoyo y la fe que teníais en que acabaría cuando visteis que la cosa no iba bien, la verdad es que yo no lo tuve claro hasta el final, y no porque pensara en la retirada, sino porque veía que no llegaba a meta en pie.

Volviendo al principio de la historia, nada más llegar a Lanzarote el jueves, ya se confirmaba que el día de la carrera iba a haber poco viento en la bici y mucho calor en la carrera a pie, andar por Lanzarote a las 4 de la tarde era un autentico infierno de calor, por lo que decidí ser aun más conservador en bici para llegar bien al maratón.

Llega el día de la carrera, Ximo se va a buscar los puestos delanteros de salida, Jaime y yo nos situamos juntos en la zona media, por la parte exterior. Dan la salida, y el tramo hasta la primera boya, sin golpes ni incidencia, a partir de ésta, si que se nota más el mogollón y en algún momento puntual, hay algún golpe pero se salva sin mayores problemas. Salgo del agua en la primera vuelta y miro el crono, 37 minutos, perfecto, y voy a por la segunda, que se desarrolla sin incidencias, saliendo del agua, según mi reloj, en 1:14, la cosa empieza bien, salgo del agua en buenas condiciones y con mi mejor marca.

La transición la hago tranquilamente, ya lo había decidido antes, pues opto por la comodidad y hacer la bici con culote y maillot de ciclismo, vamos a por la bici y empiezo a ritmo moderado sin volverme loco, no conozco el circuito y quería bajarme de la bici en buenas condiciones, así que de inicio me olvido de Ximo (en Jaime ni había pensado) y empiezo a hacer kilómetros. Por mi posición de salida del agua, desde el inicio voy pasando gente continuamente, voy pendiente de los vatios(siempre por debajo de lo previsto) y me dirijo hacia el Timanfaya, espectacular por el paisaje lunar, se me hace corto y casi sin darme cuenta ya he coronado e inicio la bajada, sigo haciendo kilómetros, siempre por debajo de los vatios previsto y a ritmo moderado, hasta que llego a Teguise y empiezan las subidas a los Miradores, llego con fuerza y subo los dos Miradores sin dejar de rebasar a gente y sin que me adelante nadie, controlando el pulso y los vatios para no pasarme, corono e inicio la larga bajada, ya ha pasado lo peor, pienso y voy perfecto, echo cuentas y calculo que en 6:10-6:15 acabo la bici, cuando acaba la bajada, se inicia una zona llana con repechos, en la que me habían dicho que el viento de culo, te hacia volar, pero como había viento, había que ir dando pedales, sigo pasando gente, hasta la llegada a la subida hacia Teguise de 5 km, esta es la que me deja tocado, de repente, veo que ya no voy también, que aunque sigo pasando gente, muchos de los que había pasado antes me empiezan a coger y se me hace interminable, tras llegar a Teguise y hacer la bajada, empieza otra zona llana con repechos hacia el Monumento al Campesino, aquí ya empiezo a ir mal y me empieza a coger mucha gente que había rebasado antes de llegar a la subida de Teguise, los últimos 30 kilómetros se me hacen interminables, no consigo mover vatios, veo que no voy bien, así que termino como puedo, llego al paseo y me cruzo con Ximo que ya va corriendo por el kilometro 2, hago cálculos y veo que más o menos debe haber hecho el mismo tiempo que yo, bajo de la bici, otra vez transición tranquila, cambio de ropa, me pongo el mono, y rezo para que cuando empiece a correr, vaya bien, pero sé que no estoy bien.

Empiezo a correr y desde el inicio noto que voy demasiado fatigado, en el kilometro 2 paro a mear y sufro un mareo, tengo que cogerme a un muro para no caerme, esto no pinta bien, pienso, pero sigo corriendo hasta el kilometro 5, en el que ya voy muy mal, así que decido parar, andar un poco, comer en el siguiente avituallamiento y ver si puedo volver a correr. En el kilómetro 6 me cruzo con Jaime y Ximo que le va pisando los talones, vuelvo a intentar correr, no hay rampas, pero el cuerpo sigue vacio, no consigo hacer mas de 2 kilómetros y vuelta a andar, y así sucesivamente, haciendo tramos de 1,5 kilómetros corriendo a 6mts/km que me dejaban exhausto y recuperando 2 km andando a 8:30, pero conforme pasaban los kilómetros me iba encontrando peor, el tramo de carrera que hacia me dejaba mas tocado y el ritmo andando bajaba, en los últimos 6 kilómetros ya solo puedo andar y me cuesta hacerlo recto, voy grogui y empiezo a temer que no llegue ni andando, en el 38, echo la pota y vomito todo lo que tengo dentro, esto me deja aun peor, pero sigo para adelante y en el 40 vuelvo a correr y consigo llegar a meta, nada más cruzar vuelvo a vomitar(pensaba que ya no había nada que tirar), me quedo agarrado a una valla para no caerme, llegan los servicios médicos me sientan en una silla de ruedas, me ponen la medalla, Keneth me estrecha la mano y al hospital de campaña.

Esta es la historia de la carrera, falle en lo que mejor llevaba preparado, la bici y eso que fui con cabeza, sin pasarme de ritmo y comiendo bien, pero algo falló...Sin duda ha sido el Ironman más duro de los tres que he hecho, pero no por la dureza de la carrera en sí, si no por las condiciones en que me tocó vivirlo. Ahora tenía muy claro que lo terminaba como fuera, sabía que estabais pendiente y no pensaba fallaros, ha sido un fiasco en cuanto a tiempo previsto en función del entrenamiento que llevaba, pero me vengo sabiendo que he hecho una hazaña, pues tal como empecé el maratón no estaba en condiciones de acabar, pero como es la filosofía que me habéis inculcado, pues había que morir en el intento.

Creo que después de 3 Ironmanes en 11 meses, toca hacer una parada en el camino, así que el año que viene seré yo el que os siga por internet, en el 2012 ya hablaremos.....

Gracias de nuevo a todos por vuestro apoyo.

No puedo dejar de admirarte, Juanra. A partir de ahora, tu 'Lanzarote 2010' viajará siempre en mi mochila, y cuando me sienta derrotado, tiraré de él.

Y como te dije, las marcas se olvidan con el paso del tiempo, pero el espíritu de sacrificio y superación que has demostrado en este IM te acompañará hasta el fin de tus días.

Enhorabuena, pues.

Domingo 23 (día 3 de 3)

Ayer sábado me acosté sonriendo, feliz por saber que mis tres amigos, Ximo, Jaime y Juanra volvían a ser finisher. A cada uno le ha tocado vivirlo de una manera diferente, pero lo que jamás olvidarán es que han vuelto a ganar. Son invencibles.

El hecho de haber conseguido realizar todos los entrenamientos previstos para viernes y sábado hace que hoy me levante con una motivación especial. Desayuno lo de costumbre, preparo mi equipo, la bici y salgo del garaje al paseo de Arenales, donde el sol ya comienza a reflejarse en un perfecto mar azul. Son las 7 en punto. He quedado con Juan Pablo para cruzarnos por el camino.

Recién pasado el polígono de Torrellano, nos encontramos. Viene con sorpresa. Apache y Limorti vienen con él. Buff!, ya sabía yo que hoy era un día para salir solo, mi cuerpo está fustigado y estos cabrones me van a reventar. Les aviso, les digo que estoy tocadísimo, que se apiaden de mí, pero solo recibo risas y mofas al respecto, por lo que doy por hecho que lo voy a pasar un poquito mal.

La ruta ya la traen definida de casa. Maigmó es el destino. Apache y Limorti se quedarán allí arriba para luego bajar corriendo por las Vías Verdes. Juan Pablo parece tranquilo, estamos llegando a Verdegás y todavía no me ha dado ningún susto, Apache no parece que quiera meterse en follones esta mañana, y Limorti, bueno, Limorti los tiene ya bastante escaldaos como para andarse con bravuconadas y lo repite una y mil veces, “el que quiera tirar que tire, a mi me la bufa, yo no tengo prisa”. Esos comentarios unidos a la actitud hasta el momento de Apache y JP me dan relativa tranquilidad.

Estamos en el cruce de la carretera de San Vicente-Agost. Acabo de tomar el giro dirección a Agost y sin darme cuenta me veo a rebufo de JP a 350w sostenidos, pero ¡¡¡¡¿Por qué?!!!! Afloja Rabasco, que le den, ¡hoy no! Bueno, pues así hasta Agost. Incluso me atreví a enseñarle la rueda un par de veces. Tú prueba a ofrecer un helado de chocolate, en pleno agosto, a un niño ¿crees que te dirá que no lo quiere? Pues a mí me pasa lo mismo. En Agost nos reunimos con Apache y Limorti, (ya lo dijo Limorti, “me la bufa”). Quedo con JP en que solo subiremos hasta el km 4, para que pruebe los desarrollos nuevos de su Argon18, y nos damos la vuelta. Pero por algún motivo que todavía no he logrado descubrir acabo haciendo cumbre. Apache y Limorti se quedan para hacer la transición (les espera Juan Carlos en la gasolinera, donde dan la salida), y JP y yo nos vamos a lo que nos ocupa y preocupa en ese momento, que no es otra cosa que bajar a Agost para nuestro momento “café con leche y tostada”.

JP prefiere algo más español, pincho de tortilla. Luego repitió.

Después de nuestro “momento del día” regresamos por el mismo camino que fuimos. JP se acopla y cobre cierta distancia varias ocasiones, y yo no tengo ninguna intención de seguirle el ritmo. Cuando llegue a Arenales me queda una transición rápida (en este momento me conformaría con poder hacerla andando). Después de varios achuchones nos separamos, en el polígono. Yo ya voy para Arenales mentalizado de que ya está casi todo hecho, ahora solo queda un apretoncito de nada para luego descansar en la playa.

Llego a Arenales con 3h 51’ y 102 km. Meto la bici en el trastero y me calzo las zapatillas muy rápido para salir pitando del garaje. Apenas me duelen las piernas. Quién lo diría después de la paliza que llevo en los últimos tres días. Voy a intentar correr a 4’30” y conforme vaya petando (que será pronto) voy bajando el ritmo. Eso es lo que planifico mientras doy las primeras zancadas. Solo voy a hacer 4 km, 2 de ida (los que separan mi casa del otro extremo del paseo) y otros 2 de vuelta. Los dos primeros me salen a 4’35” y 4’20” respectivamente, y me noto muy cómodo, así que apreto un poco más para acabar los dos siguientes a 4’16” y 4’15”. Increíble después de tanto pedal.

Y se acabó. Después de 3 intensos días termino con el saldo de 19h 5’, 459 km de bici, 5 km de agua y 11 km de carrera en transición con mi cuerpo cansado, muy cansado, pero entero.

Y como siempre….

…después de la tormenta siempre llega la calma.

Ahora me siento muy DID, y me gusta.

25 mayo 2010

Sábado 22 (día 2 de 3)


Son las 6 en punto de la mañana. El despertador suena unas 5 horas antes de lo que me gustaría, pero hay que levantarse. Desayuno algo muy ligero, un zumo, un puñado de nueces y una cucharada de miel. Ahora voy a la piscina, y nadar con el estómago lleno es bastante desagradable. Me he preparado un tupper con jamón, queso y una botellita monodosis de aceite de oliva para luego comprarme una pieza de pan recién hecha del Panishop camino al Polideportivo de la Hoya. A las 9:30 es el turno de Pablo. Viene un eximio karateka español a impartir una clase especial para algunos chavales. Se llama Luis Mª Sanz de la Hoz, campeón del mundo en 1992 y, por algunos entendidos, está considerado el mejor karateka occidental de todos los tiempos, así que seguro merece la pena.

A las 7 en punto me zambullo en el agua para acabar 1h y45’ después con 25 series de 200m en el cuerpo. Total 5000m. Lo de hacer 25 series es por intentar que no sea tan aburrido el entreno. Cada serie la hago diferente. Por bloques combino, aletas, palas, pull, espalda, croll completo, pies, etc. Así es como consigo no caer en el tedio más absoluto. Ya en la ducha aparece mi hijo por el vestuario metiendo prisa, ahora le toca a él.

Después de un par de horas de clase, el bocata de jamón y queso y media docena de mini cruasanes de chocolate termina la jornada de karate de Pablo.

Ahora a por el hueso duro. Elche-Almansa-Elche.

A las 12:25, con 25’ de retraso salimos, los Dalton (Mike y Pablo) y yo (Lucky Luke, que más tarde me convertiría en El Llanero Solitario), con un clima perfecto y un puñado de kilómetros por recorrer. Ya en los primeros kilómetros siento en las piernas la paliza de ayer viernes. Creo que esto va a ser muy duro. Los primeros 50 km entran con relativa facilidad. A partir de ahí me toca poner mi ritmo (que no es el que habíamos llevado hasta el momento), es solo un poquito más tranquilo, pero lo inteligente es rectificar ahora y no cuando esté fundido y no tenga remedio. Dejo que Mike y Pablo vayan yendo y viniendo, se alejan y dejan que me acerque a ellos de nuevo, y así hasta Almansa. Solo hemos parado una vez, en Yecla, para Coca-cola y agua.

Mike marcando el ritmo. Y así todo el camino de ida.

El perfil es todo en ascensión para acabar bajando un puerto de 10km que nos deja en la entrada de Almansa. Allí, como no podía ser de otra forma, bocata de atún con tomate y Coca-colca. En menos de 20’ dejo a los Dalton (se quedan allí para correr la media maratón), y ya subido en la bici emprendo el camino de vuelta con un puerto de 10km para empezar. No es un puerto muy exigente. Podría ser un Maigmó, pero con un paisaje mucho más bonito.

A 1 km escaso de la cumbre advierto a lo lejos dos ciclistas, que por su posición en la bici y lo lanzados que bajan deben de ser triatletas. Cuando pasan por mi lado oigo decir a uno ¡Rabaaascooooooooo¡ Pero….¿quién coño me conoce aquí? ¿será que esto del blog me ha hecho mediático en un par de semanas? Veo que paran bastante más abajo (claro, iban tan bufaos que frenando han recorrido, por lo menos 200 metros), me giro y bajo un poco mientras ellos suben en mi busca. Son Sergio y Nando de Bañeres que vienen a hacer la media en transición, como lo Dalton. Nos saludamos y charlamos un par de minutos y cada uno sigue su rumbo.

Queda mucho, así que empiezo a trabajar con la cabeza. Me fijo metas a corto plazo. Lo siguiente es Yecla, quedan 15 kilómetros (después de coronar), todos de bajada y llano, pues a rodar, luego ya veremos. En Yecla Aquarius y un Mars. La siguiente meta Pinoso, 24 km más allá, pero el terreno se vuelve un poco más irregular. Este tramo está lleno de toboganes lo que, sumado al viento que comienza a soplar de cara y la fatiga acumulada, comienza a pegarse en las piernas, los brazos, el cuello, los riñones, en todo el cuerpo. Estoy cansado pero sigo moviendo los 170 w que llevaba de media cuando llegué a Almansa y todavía siento que me queda gasolina para más. Ya empiezo a tener sensaciones DID. A partir de Pinoso, donde me bebo otra Coca-cola, los tramos entre poblaciones son más cortos, así que las metas que me voy marcando llegan relativamente rápido, Pinoso-Monóvar-Novelda-Aspe-Elche. Total 217 km, 7h 20’ y 170w. Sigo entero, cansado, pero entero. La caída de vatios respecto a ayer ha sido notable. 188 y 170 respectivamente. 18 vatios menos. Bastante razonable. Lo importante es que no ha habido una caída brutal de vatios en el transcurso de la etapa. Llegué a Almansa con 172w de media y he vuelto a Elche con 170w, por lo que sólo han caído 2 en el regreso (también hay que tener en cuenta que la vuelta es con desnivel favorable).

Ahora tengo que descansar, mañana tengo 4h de bici + 30’ de transición rápida. He quedado con Juan Pablo para la bici. Creo que no debería haberlo hecho. Voy a estar muy tocado y este cabrón siempre me busca las cosquillas, y yo, sin saber muy bien por qué, siempre entro al trapo. Ahora me voy con Bea y Pablo al Burguer King a meterme un Big King XXL entre pecho y espalda. Me han dicho que ayuda a recuperar muy bien de la fatiga.

Mañana Dios dirá.

21 mayo 2010

¿20 Horas en 3 días?... ¿y por qué no?

Llevo desde el lunes sin hacer nada de nada, bueno sí, 40’ de gym el martes por la mañana, pero eso es todo. Un inoportuno (la realidad es que para mí siempre son inoportunos) resfriado me ha hecho levantar el pie del acelerador. No ha sido un gran resfriado. Podría dejarlo en un “aviso” de resfriado. No ha sido como el de otras veces que me deja tocado para varios días, tan solo he sentido malestar general durante tres días. La clave ha estado en hacerle caso a la señal que me envió mi cuerpo: “Ojo chaval, estás bajo de defensas. O frenas o te la metes”. Le hice caso. Tengo por norma no hacerle caso a este tipo de avisos. Cuando aparece un aviso de estos, me digo: “Rabasco, tú eres un tipo duro y esto no es más que un ligero contratiempo. No le hagas caso y mira para otro lado”. Y así lo hago. Y eso me cuesta unos 7 u 8 días para recuperarme al 100%. Por eso, es esta ocasión creo que he sido más coherente en mi decisión y he pasado completamente de calentarme la cabeza con lo que dejo de entrenar, que si no llego a tantas horas, que si no hago no sé cuantos kilómetros, que si la abuela fuma en pipa, bah!..esta vez no!. En cuanto noté los primeros síntomas paré. Dejé de mirar el diario de entrenamiento hasta hoy, que ya me encuentro en perfectas condiciones.

Claro, pero ya estoy bien. Sé que hice bien en olvidarme de todo durante 4 días, pero ahora toca volver. ¿Y cómo hacerlo?

Esta tarde intentaré meter unas 5 horas de bici + 1h a pie con transición.

Mañana sábado madrugón y 2 horas de natación en la piscina (entre 5000 y 5500 m)

Luego le toca a Rabasco Junior exhibir sus cualidades, así que allí estaré con él, animándole. Cuando está en el tatami, siempre noto como, con su rabillo del ojo, vigila que yo le esté mirando, sin perder la concentración en lo suyo, pero me controla. Creo que eso le hace sentirse más seguro. Y me encanta.

A las 12:00 saldré de nuevo en bici con los Hermanos Dalton camino a Almansa. Ellos van a correr la media maratón en transición. Una vez lleguemos, sólo, desharé camino hacia Elche. Eso supondrá unos 212 km unas 7:30 horas. Solo espero no pinchar y llegar antes de que la noche se me eche encima.

El domingo, en Arenales, otro madrugón para completar 4 horas de bici + ½ hora de transición todo lo rápida que me deje el cuerpo.

Luego, playa y siesta.

El lunes podréis saber en qué se han quedado estas pretensiones.

Yo, con la sana envidia de no poder oler a sal y fuego, para todos los que vais a luchar contra el viento en la Isla de los Sentimientos os deseo que tengáis vuestro mejor día. ¡Sed valientes y demostrad que sois invencibles!

Volveré en 2011.

18 mayo 2010

Escape from Tabarca

El domingo antes del IM de Lanzarote, para no faltar a nuestra performance anual, madrugón (como de costumbre) para llegar hasta Alicante y montar en el velero para navegar hasta Tabarca. Llegamos Jaime, Joserra, Pedro y yo al Club de Regatas donde nos esperaba Kapy (todo un personaje). Una vez en el velero, rumbo a Tabarca tomando café con leche y galletas en cubierta. En puerto las impresiones eran otras. El mar parecía tranquilo, pero conforme navegábamos se iba enfureciendo. Joserra, que le pilló el gusto a esto de la navegación a vela, hasta colaboró en los trabajos de cubierta.

Joserra nevegando.

La esperanza era que, en la parte sur de la isla, el agua estuviera algo menos agitada y nos permitiera, si no dar la vuelta, por lo menos hacer algunos largos. Bordeamos la isla entera, para al final descartar la posibilidad de nadar. No merecía la pena.

Claro, ¿y a quién se le ocurre ir a Tabarca sin las zapatillas de correr? A nosotros por supuesto que no. Así que nos calzamos las zapas y a pegarle vueltas a la Isla. Después de poco más de una hora y unos 13 km recorridos, resultaron dos vueltas completas y otras dos más pequeñas a la parte más grande de la isla, la del faro.

De izq a dcha Jaime, yo y Joserra (los 3 Mosqueteros)

http://connect.garmin.com/activity/33585962

El agua, en la playa, estaba muy fría, en torno a los 18⁰C, lo que aprovechamos para meter las piernas hasta la cintura durante algunos minutos y algún que otro remojón de cuerpo entero. Después de la ducha, Kapy nos tenía preparados unos bocatas de atún y unas cervecitas bien fresquitas. A partir de ahí comenzó el verdadero sufrimiento, tumbados en cubierta, sol, cerveza, bocata, cerveza, bocata, sol, y así hasta que no pudimos más y nos fuimos a comer.

Este fue el segundo apretón del día, pero lo aguantamos como campeones.

Y como buenos españoles, no tuvimos más remedio que echarnos a dormir la siesta, unos en los camarotes y otros en cubierta, en fin, qué le vamos a hacer, era el último esfuerzo del día.

Con una suave y silenciosa travesía a vela, llegamos hasta Alicante para concluir un día 10.

Una de Luky Luke y los Hermanos Dalton


El día prometía ser largo, con unos 200 km por delante y las patas cocidas de la salida del viernes. La salida del viernes, acompañado por el monstruo de las ensaimadas (también conocido como Mike), fue completamente llana, pero el fortísimo viento racheado hizo que casi fuera una proeza el llegar a casa sin haber besado el suelo. Al final 97 km en 3h 07'.

A las 7:15 en punto del sábado salía de Arenales, justo de la zona de transición de la natación a la 1ª etapa ciclista DID. El constante viento de cara y Raúl fueron mis compañeros de viaje hasta El Realengo, donde cedió el testigo a Ximo (el mayor de los Hermanos Dalton) que venía desde Orihuela arrascándose la flor a 40 km/h y 130w (para el que no lo entienda, eso es casi sin pedalear). En Albatera nos esperaban los otros tres Dalton, Mike, Pablo y Riki que se unieron al tren de mercancías para asaltar el 1er coloso del día, “el Albaterolo”.

Sin más pretensiones que hacer una etapa digna y no morir en el intento, yo, Lucky Luke, me fijé la barrera de los 250w para una cómoda ascensión. Y así fue, cómoda (seguro que alguno se está partiendo de risa con este comentario), para coronar con 40’22” y 252w. Justo terminar de mear y ya llegaban uno detrás de otro, seguidos de Ximo como buen pastor que guía a su rebaño.

De allí a Hondón de los Frailes, paradita en la panadería (en la que algunos ya somos clientes V.I.P) y cafetito con leche para despedir a Ximo, que se volvía a casa. Está a escasos días de vérselas con el diablo de Timanfaya allá por la Tierra del Fuego y ahora se debe a otros menesteres.

A partir de ahí, el viento se hizo el protagonista de la película, pero por más que se empeñó no consiguió más que ralentizar la marcha prevista. Llegados a Petrer, repostamos líquidos en una gasolinera a 1 km escaso del pie del 2º coloso de la jornada “el Xorret”.

Ritmo DID desde el principio con un ligero viento de culo que hacía más ‘relajada’ la subida. Este puerto lo conozco como la palma de mi mano. Sé dónde se ganan segundos, y dónde se pierden, sé dónde atacar a tu rival y dejarlo K.O., y dónde te pueden atacar a ti. Lo sé casi todo de este puerto. Pero lo que no sabía era subir sin dejarme la piel en su asfalto. Creo que todas mis anteriores ascensiones siempre han sido para mejorar mi marca, o al menos es la sensación que siempre me ha quedado al llegar a la cima. Por eso, en esta ocasión, me fijé unos márgenes de trabajo entre 250 y 270w. Eso significa entre 35 y 55w menos que mi mejor marca de hace escasas semanas. Así que si hablamos de 43’45” y 305w de mmp, ahora, con ese margen de potencia, debería estar rondando los 51’. La referencia de tiempo a mi paso por el hotel (a falta de 2.2 km para la cumbre) era escandalosamente mejor de lo que había previsto. Hasta la cumbre solo dediqué mi tiempo a razonar el por qué es tan delgada la franja de tiempo que transcurre entre dejarte la vida subiendo un puerto y subir a un ritmo relativamente cómodo, pero no logré razonamiento alguno. Coroné con 46’36” y 272w, es decir, a menos de 3’ y 33w de mi mmp y sin la sensación de echar el hígado por la boca (sensación inherente a subir este puerto).

Hasta Onil (final 1ª etapa DID) nos separaban unos 20km que recorrimos sin mayor dificultad para dejar de pedalear justo en el mismo sitio que espero hacerlo dentro de 149 días, la puerta del Ayuntamiento. Totales: 6h 02’ 47”, 143.81km, 193w y 23.8km/h.

http://connect.garmin.com/activity/33585960

Ya de vuelta nos dejamos llevar a Castalla (para entonces el viento soplaba fuertemente de culo), y allí nos metimos un bocata de jamón y queso con tomate de los que no tocan la garganta al entrar, con una coca-cola bien fresquita. Lo que no reparamos ninguno de los 4, fue en si llevábamos la pasta suficiente para pagar tal despliegue gastronómico. Entre risas y apuros fuimos haciendo apuestas sobre lo que nos podían cobrar hasta que, por fin, el camarero nos sacó de dudas. Nos faltaban 4 €. ¿Y ahora qué coño hacemos? Tranquilos, no hubo que fregar platos. Riki, que para entones estaba bastante tocado de su molestia en una pierna, llamó a su novia para que fuera a recogerlo y saldara nuestra deuda. Nos sacó de una buena.

El regreso a hasta Arenales casi sin pedalear gracias al continuo viento a favor, lo que hizo que, por un lado subiera la media de velocidad, y por otro que bajaran los W, para acabar la etapa con un total de 7h 56’ 00”, 212.57km, 181w y 26.8km/h.

Siguiente batalla, sábado 22 , de vuelta a Hellín.


14 mayo 2010

lo importante de un primer paso no es su longitud, sino la dirección en la que se da.

Hoy nace este blog, con el único objetivo de de compartir mis vivencias, entrenamientos, sensaciones y alguna que otra chorrada y que serán mis compañeras en este largo y escarpado camino que emprendí hace ya algunas semanas , hacia un sueño llamada DID Spain.

¿Y cómo comenzar?

En primer lugar agradeciendo a mis colaboradores, sfy 226ers, tribe triatlón, A300w, The Biscuter y Semagrup, el hacerme más como este largo caminar. Moisés, Vicente, Ximo, Rubén, Lalo, Quique, Gilber y José Aº, siempre viajaréis conmigo.

Y en segundo lugar, recordando a nuestros compañeros de Club Juan Carlos y Edu, que este fin de semana viajan a tierras tarraconenses a conquistar el Templo del Dolor, la emotiva frase que siempre nos recuerda nuestro erudito Limorti: "Id como Hombres y volved como Titanes. !Fuerza y Gloria¡".

Hellín, tierra de tambores

El pasado sábado, y con el I Triatlón Sierra del Segura como objetivo más inmediato, los 4 Fantásticos y Silver Surfer nos dimos un paseito hasta Hellín. Allí nos esperaba David dispuesto a hacer de guía-anfitríon. El plan estaba claro, paseo en bici (al ritmo del más lento) y reconocimiento del segmento de ciclista. Saliendo desde Hellín recorrimos los 20km que lo separan del embalse de Talave (comienzo del triatlón). Nos las prometíamos felices hasta por el camino apareció Isidro Cerrato (ciclista exprofesional y compañero de Valverde en el Kelme) para reventar nuestro imperturbable plan globero. Y como no podía ser de otra manera, Juan Pablo y yo (Mtr Fantástico y Antorcha Humana) no tardamos en entrar al trapo. Desde el embalse y hasta Liétor hizo de nosotros lo que quiso y un poquito más (mereció la pena, todos los días no entrena uno con un tipo estas características). Una vez hubo sacado de nosotros todo el jugo, nos dejó allí, exprimidos en manos del, temido por Joserra (Silver Surfer), "bocata de atún con tomate". También es cierto que, después de algunas caras de desaprobación, sucumbió al deseo más profundo y se metió uno de éstos entre pecho y espalda.
Quién lo diría.....

El regreso hasta Hellín sirvió para imposibilitar la digestión del bocata y terminar de calentar las piernas para acabar con una rápida transición de algo más de 5km a 4'20" de media. Para concluir la jornada, David y Rosario nos llevaron al bar de la tía de ella. Allí pudimos probar la exquisita gastronomía manchega. Entrantes que nada tienen que envidiar a los Adriá, Arzak, Oteiza y cía, y como plato principal un extraordinario gazpacho como el que jamás había probado. Al salir de aquel bar, una sola palabra sonó en mi cabeza, "volveré".
De izq a dcha, Juan Pablo, Isidro y yo en Ayna


Por favor, una de 200 para llevar

Y es que mañana, con el alba como escenario, asaltaré el circuito de la 1ª etapa del DID, con el añadido de volver desde Onil hasta Arenales, lo que hará que alcance los 200km por segunda vez esta temporada. Viajaré solo, salvo que Ximo consiga eludir sus "compromisos familiares" y me acompañe parte del trayecto.

Y el domingo, para relajarnos, iremos en el velero de Jaime de Alicante a Tabarca. Una vez allí, le daremos la vuelta a la isla a nado (con traje por supuesto, y si las calaveras portuguesas nos lo permiten). Después de la sobremesa, si el cuerpo nos da una tregua, correremos 1 hora suave por esos idílicos paisajes mediterráneos para completar la semana.